Siempre que empezamos un proyecto lo hacemos con toda la ilusión del mundo, preparamos todos los materiales y nos disponemos a pasar un rato agradable, desconectados y dejando volar nuestra imaginación. Pero tanta felicidad nunca llega a buen puerto, la canilla… la canilla… siempre se acaba en medio de una larga costura y la felicidad se convierte en otro tipo de sentimientos que no queremos ni mencionar. 

Es por esto que queremos empatizar contigo y que sepas que no estas sola, la lucha contra la canilla es una lucha de todos las costureras y costureros sin importar en qué parte del planeta estés. 

Fases:

1. Negación. Nooooooo!! no se me puede haber acabado ya el hilo de la canilla. No me puede pasar a mí.

2. Ira. ¡¡¡¡Me c*#*# en too lo que se menea!!! ¡Siempre igual!, ¡cuando me quedan 10 cm para acabar!!!!!!

3. Negociación. Hacemos un trato canillita, tu no te acabas y yo prometo poner siempre hilo del bueno.

4. Depresión. Nada, no hay manera, esto no tiene solución, no hay manera de evitar que se acabe la canilla. ¿para qué seguir intentándolo? mi vida carece de sentido.

5. Aceptación. Se acabo la canilla, bueno, pues pongo más hilo… gajes del oficio.

Conclusión: El hilo de la canilla se acaba, aceptémoslo, y sigamos disfrutando de la costura.

Es una realidad que la canilla se va a acabar, pero seguro que tenis algún truquito para hacer que esto no suceda en medio de un proyecto. Podéis compartir con nosotros ¿cómo evitar que se acabe el hilo de la canilla? La revisáis antes de empezar a coser, mantenéis la canilla con mucho hilo, estaríamos encantados de oír vuestros comentarios.